Esta semana pasé por una tienda de flores en Barcelona que llamó mi atención. Su escaparate no exhibía hermosos arreglos florales, sino un mensaje de protesta contra Israel. “STOP GENOCIDIO”, rezaba en letras grandes. Y debajo, frases como “Si no actuamos somos cómplices” y “Todos a la calle”, invitando a los transeúntes a dejar mensajes de apoyo en coloridos papelitos. Ya había al menos 50, con mensajes como “Por los niños muertos”, “Free Palestine” o “Me duele Gaza”.
¿Qué más se puede decir sobre Gaza en medio de tanto horror? Como mencionaba un columnista del Times de Londres, es difícil encontrar nuevas formas de expresar la rabia, la tristeza y la repugnancia que nos genera esta situación. Y la pregunta que surge es, ¿realmente sirven de algo estas protestas?
Algunos podrían tachar estas acciones como simples actos de virtud moral vacíos. Sin embargo, es mejor tener valores y solidarizarse con el dolor ajeno que quedarse al margen, indiferentes, como muchos países árabes. ¿Por qué no protestar también frente a las embajadas de Egipto, Qatar y Arabia Saudí? Un israelí común podría argumentar, siguiendo la línea de sus líderes, que estas muestras de repudio son simplemente manifestaciones más del eterno antisemitismo que recorre el mundo desde hace décadas.
Ante esto, surge una prueba. Si alguien se refiere constantemente a los israelíes como “judíos”, entonces sí, podríamos hablar de antisemitismo. Pero si somos capaces de distinguir entre unos y otros, el sentimiento es puramente humano.
Volviendo a la pregunta inicial, ¿para qué sirven estas protestas? ¿Qué impacto real tienen en las vidas de los palestinos en Gaza que aún sufren bajo el fuego israelí? Recientemente leí un artículo en the New York Times escrito por Mustafa Barghouti, un destacado médico y político palestino. Si bien celebraba el reconocimiento de un estado palestino por parte de algunos países, como Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal, también advertía que esto, en el mejor de los casos, era solo un simbolismo vacío.
Las propuestas de crear dos estados vecinos, Israel y Palestina, parecen hoy una broma de mal gusto. La verdadera solución para detener la barbarie en Gaza pasa por cambiar el gobierno israelí, lo cual implicaría un cambio profundo en la mentalidad de los votantes. Si realmente queremos minimizar el sufrimiento palestino, este debería ser nuestro objetivo principal.
Mientras el gobierno de Binyamín Netanyahu siga en el poder, poco podremos hacer. Su objetivo parece ser borrar a Gaza del mapa como un territorio palestino, quizás con la intención, como sugiere Donald Trump, de convertirlo en un destino turístico. Y mientras Trump siga apoyando a Netanyahu, cualquier expresión de repudio desde el exterior será prácticamente inútil.
Seamos realistas. La única forma de mejorar las condiciones de los palestinos es cambiando el gobierno israelí en las próximas elecciones. Sin embargo, esto no ocurrirá de la noche a la mañana. La única esperanza radica en que la mayoría de los israelíes se den cuenta de que su gobierno actual no representa los valores humanos y civilizados que dicen defender.
Por tanto, ¿qué valor tienen realmente las manifestaciones, los boicots internacionales o los gestos de solidaridad como el de la tienda de flores? Potencialmente, mucho. Aunque el camino sea largo y difícil, vale la pena intentarlo por la posibilidad de un cambio real en el futuro.
En síntesis, la lucha por detener el sufrimiento en Gaza pasa por un cambio en la mentalidad de los votantes israelíes y la caída del gobierno de Netanyahu.
Preguntas frecuentes:
1. ¿Qué impacto pueden tener las protestas en la situación de los palestinos en Gaza?
Las protestas pueden generar conciencia y presión para un cambio en el gobierno israelí.
2. ¿Cuál es la clave para mejorar las condiciones de los palestinos en Gaza?
El cambio en la mentalidad de los votantes israelíes y la caída del gobierno de Netanyahu son fundamentales.
3. ¿Por qué se considera importante el reconocimiento de un estado palestino?
Es un paso simbólico que puede impulsar cambios políticos y generar conciencia internacional sobre la situación en Gaza.
Crédito de la fuente original: www.clarin.com