En un recorrido entre sauces, álamos y eucaliptos, se encuentra la pequeña localidad de Fernández Oro, en Río Negro, a unos 1.200 kilómetros del bullicio del Obelisco. A pesar de estar a solo un puente de distancia de Neuquén, el ambiente rural le otorga una sensación de mayor lejanía, en contraste con la agitación petrolera que define a Vaca Muerta.
Fernández Oro ha logrado destacarse a nivel mundial gracias a la chacra homónima que, durante medio siglo, se ha especializado en la producción de lúpulo, el ingrediente secreto que da carácter a las cervezas. Las flores de lúpulo son responsables de aportar singularidad a cada tipo de cerveza, determinando su amargura, aroma y sabores frutales, florales o especiados.
AbInBev, con presencia en 50 países y propietaria de marcas como Budweiser, Corona, Stella Artois y Brahma, tiene en su portafolio a Quilmes, Patagonia y Andes en Argentina. En las 60 hectáreas de la chacra en Fernández Oro, se cultiva el lúpulo, una planta que crece rápidamente en altura y que, a diferencia de su pariente la Cannabis sativa, no contiene THC, pero aporta ese toque distintivo a la cerveza.
El proceso de cultivo del lúpulo en la chacra incluye tecnología de vanguardia, con drones para supervisión, estación meteorológica, riego por goteo y tractores con sensores de humedad. Las hojas no utilizadas en la cosecha enriquecen el suelo, mientras que la maquinaria alemana asegura una cosecha precisa y eficiente.
La chacra en Fernández Oro, junto a la maltería en Puan y otras instalaciones en el país, convierten a Quilmes en un referente mundial en agronegocios para ABInBev. Las investigaciones y mejoras genéticas permiten obtener variedades de lúpulo impensables años atrás, demostrando un alto nivel de innovación y desarrollo en el sector.
Desde el plantín hasta la flor cosechada, el lúpulo se procesa y convierte en pellets para su uso en las cervecerías. Río Negro cuenta con 160 hectáreas de cultivo de lúpulo, concentrando el 80% de la producción en El Bolsón.
Quilmes, fundada en 1890 por el inmigrante alemán Otto Bemberg, se destaca por su integración vertical en la industria cervecera. Con instalaciones cercanas para la producción de botellas, latas y tapas, la compañía genera empleo directo e indirecto en toda la cadena de producción y distribución.
En un contexto de descenso en las ventas de cerveza, Quilmes apuesta por fortalecer sus marcas con inversiones significativas y lanzamientos innovadores, como la cerveza cero y la digitalización del negocio. A pesar de los desafíos, la empresa mantiene su compromiso con la calidad y la identidad de la cerveza argentina.
En síntesis:
La chacra Fernández Oro es reconocida a nivel mundial por su producción de lúpulo, un ingrediente clave en la elaboración de cervezas. Quilmes, parte de ABInBev, se destaca por su integración vertical en la industria cervecera y su compromiso con la calidad y la innovación.
Preguntas frecuentes:
¿Qué hace única a la chacra Fernández Oro?
La chacra se especializa en la producción de lúpulo, un ingrediente fundamental en la elaboración de cervezas.
¿Cuál es la historia de Quilmes?
Quilmes fue fundada en 1890 por Otto Bemberg y se destaca por su integración vertical en la industria cervecera.
¿Qué estrategias está implementando Quilmes ante la caída en las ventas de cerveza?
La empresa apuesta por fortalecer sus marcas con inversiones y lanzamientos innovadores, como la cerveza cero y la digitalización del negocio.
Crédito de la fuente original: www.clarin.com
