El Gobierno ha experimentado un revés con sabor a derrota tras la aprobación en primera instancia del Presupuesto en la madrugada del jueves, lo que ha dañado sus relaciones con sus principales aliados electorales: el PRO y los gobernadores radicales. Ante la posibilidad casi absurda de vetar su propio proyecto o de realizar cambios para su aprobación a mediados de febrero, el oficialismo ahora apuesta por sancionar el texto original con el controvertido capítulo 11 en el Senado y luego sesionar el martes 30 en la Cámara Baja.
El líder del bloque del PRO, Cristian Ritondo, ha manifestado su disposición a llevar adelante su advertencia de judicializar la designación de los auditores en representación de la Cámara de Diputados, en línea con el acuerdo de LLA que incluye a diversas facciones del peronismo. A pesar de las tensiones, se ha producido un encuentro entre Ritondo y Martín Menem para limar asperezas y trazar una estrategia conjunta.
La desconfianza entre ambos políticos, que viene de tiempo atrás, se ha visto exacerbada por diversas circunstancias. A pesar de ello, han logrado acercar posturas y avanzar hacia una posible sesión en la víspera del año nuevo, siempre y cuando la sesión en el Senado del 26 sea exitosa para el Gobierno.
La caída del capítulo once del Presupuesto conllevaba la derogación de leyes sensibles como las de discapacidad y financiamiento universitario, así como el polémico pago del 1.55% de coparticipación a la Ciudad, un tema que generó tensiones con el gobierno porteño.
Para calmar las aguas, el ministro de Economía se reunió con el jefe de Gobierno para buscar puntos de acuerdo y responsabilizar a la gestión anterior de la deuda acumulada.
Algunos aliados electorales del Gobierno se han sentido descontentos por ciertas críticas provenientes de sectores libertarios hacia figuras como Alfredo Cornejo, Rogelio Frigerio y Leandro Zdero, a quienes se ha vinculado con votos escurridizos de otros aliados peronistas. Esta situación ha generado tensiones dentro de la coalición gobernante.
En definitiva, el Gobierno busca recomponer sus relaciones con sus socios electorales y avanzar en la aprobación del Presupuesto, sorteando los obstáculos y desafíos que se presentan en el camino.
En síntesis
El Gobierno intenta recuperarse tras la aprobación del Presupuesto en primera instancia, buscando recomponer sus relaciones con sus aliados electorales y avanzar en la aprobación del texto original con el polémico capítulo 11.
Preguntas frecuentes
¿Qué medidas está tomando el Gobierno para superar el revés con el Presupuesto?
El Gobierno está apostando por sancionar el texto original con el capítulo 11 en el Senado y luego sesionar en la Cámara Baja.
¿Por qué ha generado controversia la caída del capítulo once del Presupuesto?
Esta caída implicaba la derogación de leyes sensibles y el pago de coparticipación a la Ciudad, generando tensiones con diversos sectores.
¿Cómo están reaccionando los aliados electorales del Gobierno ante la situación?
Algunos aliados se han sentido descontentos por críticas provenientes de sectores libertarios hacia figuras clave de la coalición gobernante, lo que ha generado tensiones internas.
Crédito de la fuente original: www.clarin.com
