La historia de Vicentin nos lleva a un nuevo capítulo lleno de emoción y expectativa, como si estuviéramos presenciando la batalla final de una novela épica. Después del intento fallido de la empresa familiar por pagar parte de su deuda y ceder el 90% de las acciones a Interesados Estratégicos en un último esfuerzo de salvataje, dos grupos empresariales han entrado en escena para adquirir la agroexportadora.
Por un lado, la corredora Grassi, junto a CIMA Investments, ha presentado una propuesta que podría incluir la adquisición de una agroexportadora internacional. Por otro lado, Molinos Agro y la internacional Louis Dreyfus Company (LDC) han unido fuerzas para competir por la empresa agroindustrial.
Mientras tanto, Bunge y Unión Agrícola de Avellaneda también han mostrado interés, aunque aún no han presentado ofertas. Se rumorea que podrían unirse a Molinos y LDC en un posible acuerdo. Lo que es evidente en todas estas propuestas es el aumento en el valor de Vicentin, una empresa que parecía estar al borde de la quiebra con una deuda de 1.350 millones de dólares y un patrimonio valuado en un tercio de ese monto.
Los dos grupos que han formalizado su interés en adquirir Vicentin han elevado la cotización de la empresa en default, destacando su importancia en el mercado agroindustrial y su potencial de crecimiento. Su objetivo es obtener el respaldo de la mayoría de los acreedores antes de que termine el mes, lo que les deja apenas 10 días para convencerlos y presentar los avales necesarios ante el juez.
Propuestas innovadoras en la mesa
Por un lado, el grupo de Grassi y sus aliados ofrece alternativas como el abastecimiento directo de soja, fideicomisos de apoyo, opciones de anticipo financiero y pagos a largo plazo con recuperos satisfactorios. Su propuesta incluye también la posibilidad de participar en acciones de Vicentin y recibir pagos inmediatos con distintas condiciones.
Por otro lado, la iniciativa conjunta de Molinos y Dreyfus se destaca por ofrecer un pago inmediato del 80% de la deuda verificada en dólares, con la posibilidad de alcanzar una recuperación total del 90% en tres años, sin obligaciones adicionales para los productores. Su esquema de pagos se adapta a diferentes rangos de deuda, brindando opciones flexibles a los acreedores.
En definitiva, la batalla por Vicentin se ha intensificado con propuestas innovadoras y atractivas que buscan garantizar la continuidad de la empresa y satisfacer a los acreedores. El desenlace de esta trama empresarial promete ser emocionante y determinante para el futuro de una de las principales agroexportadoras del país.
En síntesis
La historia de Vicentin da un giro inesperado con la entrada en escena de nuevos jugadores y propuestas innovadoras que buscan salvar a la agroexportadora de la quiebra. La competencia por adquirir la empresa promete ser intensa y decisiva en los próximos días.
Preguntas frecuentes:
1. ¿Cuáles son los grupos empresariales que han presentado ofertas por Vicentin?
– La corredora Grassi, junto a CIMA Investments, y Molinos Agro en conjunto con Louis Dreyfus Company (LDC).
2. ¿Qué destacan las propuestas de Grassi y sus aliados?
– Ofrecen alternativas innovadoras como abastecimiento directo de soja, fideicomisos de apoyo, opciones de anticipo financiero y pagos a largo plazo con recuperos satisfactorios.
3. ¿Qué ofrece la iniciativa conjunta de Molinos y Dreyfus?
– Un pago inmediato del 80% de la deuda verificada en dólares, con la posibilidad de alcanzar una recuperación total del 90% en tres años, sin obligaciones adicionales para los productores.
Crédito de la fuente original: www.clarin.com