Se acabó La Suipachense, la famosa firma láctea que durante más de siete décadas fue un referente en el sector. Tras un largo proceso judicial, el Juzgado Civil y Comercial N°7 de Mercedes decretó su quiebra, dejando a 140 empleados sin trabajo y poniendo fin a una historia que comenzó como un emprendimiento familiar.
La empresa, que procesaba 250.000 litros de leche al día, estaba en manos de empresarios venezolanos que no lograron sacarla adelante. Después de meses de inactividad, la planta de Suipacha fue cerrada definitivamente, lo que generó protestas y reclamos por parte de los trabajadores y la comunidad.
El administrador, también venezolano, fue inhabilitado y se le prohibió salir del país sin autorización judicial. La situación llegó a este punto luego de que la firma no presentara un plan de acción para reactivar la producción, lo que llevó a la presentación de la solicitud de quiebra por parte de uno de los principales acreedores.
Este caso se suma al de ARSA, la empresa responsable de los famosos yogures y postres de SanCor, que también fue declarada en quiebra recientemente. Ambos casos reflejan las dificultades que enfrenta la industria láctea en Argentina, marcada por la caída del consumo interno y problemas de competitividad.
En síntesis:
La Suipachense, una emblemática empresa láctea, cierra sus puertas tras siete décadas de historia. La quiebra deja a 140 empleados sin trabajo y refleja las dificultades del sector lácteo en el país.
Preguntas frecuentes:
¿Por qué se declaró la quiebra de La Suipachense?
La empresa no logró superar sus problemas financieros y judiciales, lo que llevó al Juzgado a decretar su quiebra.
¿Qué pasará con los empleados de la planta de Suipacha?
Con el cierre definitivo de la empresa, los 140 trabajadores se quedan sin empleo.
¿Cuál fue el papel de los empresarios venezolanos en esta situación?
Los dueños de La Suipachense no lograron sacar adelante la empresa, lo que derivó en su quiebra.
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